domingo, 22 de agosto de 2010

SOBRE EL POR QUÉ DEJÉ DE ESCRIBIR UNOS DÍAS

Día Cuarenta y dos, Sábado 22 de agosto del 2010

Parte del camino es detenernos cuando así lo necesitemos. Descansar, ir al baño, curarnos las heridas, vivir el duelo por los que ya no están, enterrar a nuestros muertos y enfrentar nuestros demonios. Tener dudas y todo eso que nos hace humanos.

Hay procesos que requieren de ciertas repeticiones, de ciertos métodos y ciertas rutinas o disciplinas. Pero, y no tratando de ser polémico ¿Quién dice que solo así se pueden hacer las cosas?

En “Brida” Paulo Coelho comenta que se sorprende que la chica en cuestión, no haya tomado los caminos que el tomó y creía únicos para alcanzar el conocimiento que ambos compartían. Y se da cuenta que hay más caminos para llegar a la meta.

A veces estás cansado, necesitas saber que hacer. Y sabes una cosa, tu ángel o como le llames a tu o tus seres divinos que te cuidan, trazan estrategias en esos momentos de inacción, que te susurrarán después, los escuches o no, para tomar las mejores decisiones.

Me encantó descansar estos días, muchas gracias a quienes se preocuparon y me preguntaron que por qué no escribía. No pasaba nada, solo estaba generando nuevas fuerzas, pasaron tantas cosas que me llegaron a afectar, pero todo está en camino ahora.

Vuelvo con nueva fuerza, con nuevas metas y nuevos proyectos… gracias por leerme, gracias por los comentarios, y gracias por ser quienes son siempre… NAMASTE!!!

1 comentario:

  1. no claudiques!!! queremos leer lo que tienes que decir...tienes mucho que decir

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